Cuando atravesamos una crisis real, la mente hace algo poderoso: descarta las tonterías y se enfoca en lo esencial.
Ahí nos damos cuenta de cuánto tiempo, energía y salud perdemos en cosas que no importan. El dolor, cuando es verdadero, nos vuelve lúcidos.
En momentos difíciles, siempre recomiendo hacer una lista. Papel, bolígrafo, y anotar: ¿Qué cosas son realmente importantes en mi vida y cuáles no? Porque cuando la vida te sacude, lo superficial cae por su propio peso, y lo esencial queda a la vista. Ahí aparece la claridad.
Para mí, la felicidad no está en lo que vivimos, sino en lo que esperamos. Es como ese viernes por la tarde que nos gusta más que el domingo, porque anticipamos algo.
La ilusión de lo que viene es tan poderosa como la experiencia misma. Por eso digo que la felicidad es «la esperanza de».
También aprendí que el desorden externo es reflejo del interno. La teoría de los cristales rotos lo explica perfecto: si dejás un retrovisor roto, pronto el auto se desarma todo.
Lo mismo pasa con nuestra vida. Un pequeño abandono genera una cadena de caos. Por eso insisto en lo básico: orden, hábitos simples, responsabilidad personal.
Responsabilidad no es una palabra pesada. Es una herramienta. Es poder responder con habilidad a lo que nos pasa.
Y aunque da miedo al principio, es lo que nos saca de la queja y nos pone en movimiento.
Mi vida no depende de nadie más. Si quiero cambiarla, yo tengo que hacerlo.
Si sentís que estás en un momento donde todo se está moviendo —que algo se rompió, que algo pide cambio—, no lo ignores.
Esa incomodidad puede ser el principio de una transformación real.
Te invito a tener una sesión de constelaciones familiares conmigo. Ahí vamos a identificar qué parte de tu vida necesita orden, qué estás sosteniendo que ya no va más, y cómo empezar a construir desde lo que realmente importa.
Porque sí: la claridad llega. Pero no sola. Llega cuando decidís hacerte cargo. Y yo puedo acompañarte en ese camino.
Agendá tu sesión. Es ahora. Es por vos.
Terapia realizada por:
Dra. María Belén Hernández
Médica especialista en Neonatología y Medicina Holística, Constelaciones Familiares y Nueva Medicina Germánica, diplomada en Medicina Cuerpo, Mente y Alma e Hipnosis Ericksoniana. Especialista en trastornos de niños, adolescentes y adultos. Directora de Samsara Consciente, consultorio especializado en Medicina Integral y sistémica, donde brindamos terapias complementarias, con el objetivo de lograr un bienestar duradero y profundo en cada uno de nuestros pacientes.
