La vida cotidiana, las responsabilidades y las relaciones, nos llevan a padecer trastornos y dificultades como: estrés, cansancio crónico, depresión, TOC, insomnio, dificultades en la pareja, entre otros.

Mediante nuestras terapias complementarias, con un enfoque en la mirada sistémica, constelaciones familiares y la nueva medicina germánica (BioDescodificación) podemos trabajar de manera integral a otros tratamientos, teniendo presente que no solo somos un cuerpo físico, sino además mental, emocional, energético y espiritual. Desde esta mirada, transitar el camino de autoconocimiento, buscando el origen de aquello que aqueja en la actualidad.

Beneficios de la terapia complementaria:

• 1. Detección y liberación de patrones repetitivos: Muchos adultos viven atrapados en ciclos que no entienden: relaciones que se repiten, fracasos que se acumulan, bloqueos que persisten. Tratar el trastorno permite identificar la raíz del patrón y romperlo.
• 2. Alivio del malestar emocional crónico: Ansiedad, depresión, insomnio, adicciones o síntomas físicos sin causa médica clara suelen ser el resultado de conflictos no resueltos. Al abordarlos, se alivia el cuerpo y se aquieta la mente.
• 3. Mejora en la calidad de las relaciones: Cuando un adulto deja de reaccionar desde su herida infantil o desde lealtades familiares inconscientes, puede vincularse desde un lugar más sano, auténtico y libre.
• 4. Reconexión con el propósito personal: Muchos adultos viven desconectados de su deseo real, guiados por lo que otros esperaban de ellos. Sanar el sistema interno libera la energía necesaria para construir una vida con sentido propio.
• 5. Fortalecimiento de la autoestima: Al comprender que su sufrimiento no fue “culpa” sino una consecuencia de algo más grande, el adulto deja de atacarse y reconstruye una imagen interna más compasiva y fuerte.
• 6. Transformación de la herencia emocional a los hijos: Un adulto que no trata su historia, la transfiere. Uno que la enfrenta, detiene la cadena de dolor transgeneracional. Sanarse es también un acto de amor hacia los hijos.
• 7. Mejora de la salud física: Muchos síntomas físicos tienen origen emocional o sistémico. Tratar el conflicto puede generar mejoras reales en el cuerpo, en dolores crónicos, alergias, fatiga, problemas digestivos, entre otros.
• 8. Mayor libertad emocional: Tratar el origen de los trastornos permite salir del lugar de víctima, dejar de reaccionar de forma automática y elegir desde la conciencia.
• 9. Reducción de la dependencia externa (medicación, aprobación, distracciones): Cuanto más consciente es un adulto de lo que lleva dentro, menos necesita anestesiarse con estímulos externos. Más presencia, más conexión, menos evasión.
• 10. Reconciliación con la historia personal: La sanación no borra el pasado, pero lo resignifica. Permite al adulto dejar de cargar culpas, juicios o vergüenza, y vivir desde una relación más madura con su historia y con quienes lo precedieron.